¿Eres de los que examina las heces después de ir al baño o prefieres no mirarlas en absoluto?
Si no lo haces, te recomiendo que empieces a hacerlo desde ya. Sé que probablemente estés pensando: "Esto es demasiado asqueroso para mí", pero espera. Siempre es bueno revisar las heces a simple vista, claro está, y observar el color, la consistencia, la cantidad y si dejan residuos en el inodoro, como manchas de roce, porque tus heces revelan más sobre tu salud de lo que imaginas.
¿Por qué es importante fijarse en estas características?
Aunque todos defecamos porque es un acto natural e inevitable del ser humano, pocos saben lo intrincado que es el proceso de defecar. El cuerpo tiene acciones muy importantes que involucran el colon, el ano, los músculos del suelo pélvico y diferentes sistemas nerviosos a la hora de ir al baño, por lo que cualquier disonancia en este proceso va a causar problemas sumamente incómodos como el estreñimiento.
Comencemos con el color, veámoslo como una especie de termómetro de salud porque dependiendo del color de las heces indican una cosa u otra. Las heces Marrones son el color estrella en el mundo de las heces. Muestran que el sistema digestivo está funcionando correctamente y descomponiendo la bilis como debe ser. Es un buen signo de equilibrio y normalidad. Doble check si este es tu caso. Las heces Verdes por su parte ¿Verde? ¡No te alarmes! Esto podría significar que la comida pasó demasiado rápido por el intestino, sin darle tiempo a la bilis para descomponerse o comiste una ensalada con abundante alimentos verdes como espinaca o kale. Por otro lado, si son Amarillas, grasosas y tienen un olor particularmente fuerte, hay mucha posibilidad de que estes teniendo problemas para absorber las grasas adecuadamente y con un examen especifico puedes saber si se debe a afecciones como la enfermedad celíaca (cuando es recurrente) o infecciones intestinales que es lo más común. Asimismo, las heces Negras sí son señal de alarma en algunos casos porque puede ser indicativo de sangrado en el tracto gastrointestinal superior. Aunque ese color también podría ser causado por suplementos de hierro o ciertos medicamentos. Si ves este color mi recomendación total es que vayas al médico y no te auto-diagnostiques. Seguimos con las heces Rojas que pueden referir sangrado en el tracto gastrointestinal inferior o hemorroides. Por supuesto, tambien hay que estar pendiente de lo que comemos, si ese día comiste remolacha o un alimento con mucho colorante pueden verse teñidas. Por último, las heces Blancas o color Arcilla, es algo raro y generalmente preocupante porque suele advertir problemas biliares o hepáticos, como la obstrucción de los conductos biliares o hepatitis. ¿Recomendación? Al médico y que te hagan las pruebas respectivas.
Continuamos con la consistencia ¿Por qué es tan importante? La consistencia de las heces depende mucho de cuánta agua hay en el intestino. Si las heces son muy duras, lo más probable es no estás tomando suficiente agua o no consumes suficiente fibra. Por otro lado, si las heces son muy blandas, podría evidenciar que tu cuerpo no está absorbiendo bien los líquidos. De hecho, existe un instrumento muy útil llamado Escala de Heces de Bristol, que clasifica las heces según su consistencia en siete categorías, con puntuaciones más altas correspondientes a las heces sueltas y el tránsito rápido, mientras que las puntuaciones más bajas representan las heces duras y los tiempos de tránsito del colon más largos. Cada tipo de heces muestra cuánta agua tienen. Menos agua significa que las heces han pasado más tiempo en el intestino y esto hace que existan menos bacterias buenas trabajando, menos movimiento de nutrientes y menos actividad de las enzimas, lo cual se traduce en MENOR eficiencia en la digestión y absorción de alimentos. Es realmente importante cuidar la consistencia porque se ha identificado en diferentes estudios que la consistencia de las heces está fuertemente asociada con la riqueza microbiana fecal, es decir, la comunidad de bacterias que vive en el intestino donde habita el 80 % de nuestro sistema de defensa del organismo. De hecho, la riqueza de especies observadas disminuye significativamente con la firmeza de las heces. Si este es tu caso (heces muy duras) es probable que tu intestino esté más lento y que no esté trabajando tan bien como debería para digerir los alimentos y mantener tu cuerpo saludable.
Sigamos con las manchas que quedan cuando ya han caído al váter. Lo sé, esto es muy desagradable; sin embargo, es algo íntimo que solo ves tú. Pero si tienes hijos pequeños, también es recomendable que te fijes siempre en estos detalles. Si ocasionalmente las heces dejan manchas puede ser el resultado de comer comidas muy grasosas, como frituras, carnes grasas, o productos lácteos enteros, puesto que en ocasiones tanta grasa no es completamente digerida y esto se refleja en las heces. Aunque también hay personas que tienen cambios en la digestión con las comidas picantes o ingredientes exóticos que no son parte de la dieta habitual. Esto, siendo muy conservadores. Si por el contrario esas manchas son recurrentes, podría ser el momento de hacerte algunos estudios para asegurarse de que no exista insuficiencia Pancreática (el pancreas produce enzimas para digerir las grasas, y al no poder ser digerida, esta grasa aparece en las heces), problemas hepáticos (el hígado produce la bilis necesaria para la digestión de las grasas), enfermedad Celíaca o enfermedad de Crohn. En países con escasa industrialización, varias de estas enfermedades no se presentan o son muy raras porque las dietas en estas regiones son naturalmente ricas en fibra, lo cual produce heces voluminosas y blandas que se mueven rápidamente en el intestino. Por el contrario, en los países desarrollados donde es fácil adquirir ultraprocesados, estos los alimentos refinados y bajos en fibra resultan en heces pequeñas y firmes que transitan lentamente por el intestino. Cualquiera que sea el caso, si notas otros síntomas asociados como dolor abdominal, pérdida de peso, o cambios importantes en las evacuaciones, si las heces grasosas y las manchas persisten más allá de las comidas ocasionales altas en grasa, es momento de ir al médico y hacer una evaluación.
¿Y que pasa con la cantidad?
Un volumen adecuado de heces señala que el sistema digestivo está funcionando bien, que los alimentos se están descomponiendo correctamente, y los nutrientes necesarios están siendo absorbidos eficientemente. Las heces contienen principalmente los materiales no absorbidos, productos de desecho y bacterias. Tener abundantes heces revela una buena motilidad intestinal, es decir, el intestino está moviendo su contenido de manera eficiente, evitando la acumulación de desechos y toxinas en el cuerpo. Una dieta rica en fibra hará que las heces sean voluminosas y suaves dado que la fibra absorbe agua y agrega volumen a las heces, facilitando su paso por el tracto intestinal. Esto, sin duda, mejora la evacuación regular.
¿Cuál fibra es la ideal? ¿Cuantos tipos hay? Te explico, hay dos tipos de fibra: La fibra soluble que es fantástica para controlar el colesterol y mantener estables los niveles de azúcar en sangre, gracias a cómo actúa en el sistema digestivo. Cuando comemos comidas ricas en fibra soluble, esta se disuelve en agua y forma un gel en el intestino delgado que tiene la capacidad de atrapar los ácidos biliares, que son necesarios para digerir las grasas. Los ácidos biliares se producen en el hígado a partir del colesterol y al ser atrapados por el gel de fibra, estos ácidos se eliminan del cuerpo a través de las heces en lugar de ser reabsorbidos en el intestino. Para reemplazar los ácidos biliares perdidos, el hígado tiene que utilizar más colesterol del que circula en la sangre y esto hace que disminuyan los niveles de colesterol LDL, conocido como el "malo". Por esta razón consumir fibra soluble reduce el colesterol de manera natural. Mientras que la fibra insoluble es VITAL para mantener el sistema digestivo en buen estado. A diferencia de la fibra soluble, esta no se disuelve en agua. En cambio, ABSORBE agua y aporta volumen a las heces, lo cual hace que pasen más fácilmente a través del intestino. Este aumento de volumen estira las paredes del colon y estimula las contracciones musculares del intestino, conocidas como peristaltismo y son estas contracciones las que mueven las heces de manera eficiente a lo largo del tracto digestivo. Esto es indispensable para prevenir el estreñimiento porque las heces voluminosas y suaves se eliminan con mayor facilidad. De igual manera, cuando se acelera el tránsito intestinal, la fibra insoluble reduce el tiempo que las sustancias potencialmente dañinas y carcinógenas están en contacto con la pared del colon, lo cual también minimiza el riesgo de enfermedades como la diverticulosis y las hemorroides, al tiempo que mantiene el tracto digestivo limpio y funcionando correctamente. Sin mencionar la importancia que tiene esta fibra para regular el azúcar en sangre, puesto que el gel que se forma en el intestino ralentiza la absorción de carbohidratos, haciendo que el azúcar se libere más lentamente en el torrente sanguíneo después de las comidas evitando los picos rápidos de glucosa y manteniendo el azúcar en niveles más constantes. Este efecto es especialmente beneficioso para personas con diabetes o problemas de resistencia a la insulina porque facilita un mejor control de los niveles de insulina en el cuerpo.
¿Donde encontramos esta fibra? Te dejo una lista de algunos alimentos para que la guardes:
Fibra Soluble Frutas 🍇
Manzanas
Naranjas
Peras
Fresas
Verduras 🍆
Zanahorias
Batatas
Espárragos
Coles de Bruselas
Legumbres 🫛
Lentejas
Garbanzos
Frijoles negros
Guisantes
Cereales
Avena
Cebada
Frutos Secos y Semillas 🥜
Semillas de chía
Semillas de lino
Almendras
Nueces
Fibra INsoluble
Cereales Integrales 🌾
Trigo integral
Avena integral
Cebada
Arroz integral
Legumbres 🫛
Lentejas
Garbanzos
Frijoles negros
Alubias
Frutas 🍎
Manzanas (con cáscara)
Peras (con cáscara)
Frutas secas (higos, ciruelas pasas)
Frambuesas
Vegetales 🥕
Zanahorias
Brócoli
Espinacas
Col rizada
Nueces y Semillas 🌰
Almendras
Semillas de chía
Semillas de lino
Nueces
¿Cómo puedes mantener una mejor salud digestiva?
✔Bebe suficiente agua 💦La hidratación adecuada mejora la motilidad intestinal y previene estreñimiento.
✔Dieta rica en frutas 🍉🍇🥝, verduras, granos enteros y legumbres te dará la fibra y los nutrientes esenciales para la salud digestiva.
✔Alimentos fermentados 🦠 como el yogur, kéfir, chucrut y kimchi contienen probióticos que mantienen la microbiota equilibrada al tiempo que mejora la digestión y la regularidad de las evacuaciones.
✔️Ejercicio 🏋️♀️🧘🏻♀️ constante estimula el movimiento de los intestinos y optimiza la salud digestiva en general.
✔️Comer en intervalos ⏰🫕 regulares ayuda a tener un patrón de evacuación regular.
🔴¡NUNCA ignores el deseo de evacuar🚽! Si lo haces, el material fecal se secará y se volverá más difícil de pasar causando estreñimiento. Sin mencionar que puede interferir con la señalización normal entre el cerebro y los intestinos, llevando a problemas a largo plazo con la regularidad de las evacuaciones.
¿Cómo se cuanto es lo ideal? Generalmente 100 y 200 gramos al día es la cantidad que debería hacer al día un adulto sano, esto equivale a 1 o 2 evacuaciones.
Nota: En este artículo habría querido hablar sobre la microbiota pero mejor dediquemos un proximo blog únicamente a ella porque es crucial para la salud intestinal y el resto de las funciones corporales incluida la depresión☁️.
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